miércoles, 25 de enero de 2012

Explosión a los 31 años

Nadie tiene ninguna duda de que el principal culpable de la clasificación del Mirandés para las semifinales de la Copa del Rey es Pablo Infante. El extremo burgalés acapara todas las portadas de la prensa deportiva con 31 años. Mejor tarde que nunca. Para llegar a semifinales ha conseguido seis tantos, uno más que la suma de los goles de los mediáticos Cristiano Ronaldo y Messi.
Infante es un jugador muy versátil que desde la banda es capaz de desequilibrar debido a su gran técnica y una visión de juego sólo comparada a los elegidos para este deporte. A buen seguro que ofertas no le faltan para subir dos peldaños en su carrera deportiva y llegar a conseguir el sueño de cualquier futbolista, jugar en la Liga BBVA.

Si da ese salto definitivo a la meca del fútbol español, Infante tendrá que dejar su segundo empleo, en una sucursal bancaria, trabajo que consiguió gracias a la insistencia de sus padres, que querían un "chico de provecho".

El jugador de moda del fútbol español empezó su carrera en tercera división en el Racing Lermeño, donde militó entre las temporadas 1999/2002. Después, ficho una temporada por el UDG Río Vena. Permaneció tan sólo una temporada antes de recalar en el Arandina CF, donde jugó dos temporadas hasta ser contratado por su actual club, el Mirandés, en verano de 2005.

Con su equipo actual logró el ascenso de categoría a Segunda B en 2009, después de dos campañas siendo campeones de grupo en Tercera División y cayendo las eliminatorias de ascenso.

El Mirandés ha pasado a ser el equipo de toda España y ya son miles de aficionados al fútbol los que esperan que la temporada que viene juegue contra equipos como el Real Madrid y no contra el Castilla.

Borja Méndez

miércoles, 11 de enero de 2012

Calderón resurge de sus cenizas

Tras la marcha de Chris Bosh a Miami, no sólo el público canadiense vivió decepcionado por su salida. José Manuel Calderón recibió la noticia frustrado por estar atado a un equipo inferior y relegado al banquilo en detrimento de Jarret Jack. El base extremeño cayó en su rendimiento, en gran parte por la dinámica del equipo, y los Raptors se conviertieron en uno de los peores equipos de toda la liga.

El golpe definitivo llegó en forma de lesión, antes del Mundial de Estambul de 2010, pero en contrapunto fue el punto de partida para su resurrección. La decepción por no ir a la cita turca le permitió descansar y recuperarse para afrontar con garantías la exigente temporada de la NBA. Tras esa lesión ha pasado un año y medio y el extremeño vuelve a sonreir cargado de sensaciones positivas y con el objetivo del oro en los Juegos Olímpicos de Londres en el horizonte.

Calderón ejerce de líder de Toronto tanto dentro como fuera de la pista y ha conseguido que el equipo vuelva a soñar con participar en la postemporada. Los Raptors, en los que nadie confiaba al principio están en la zona media de la clasificación gracias al buen trabajo realizado por el base español y por el italiano Bargnani.

El jugador de Villanueva de la Serena es el octavo base mejor pagado de la NBA ya que se embolsa 7,5 millones de euros por temporada, gracias en buena medida a la petición de la estrella de la franquicia en ese momento Bosh que consideraba indispensable al base español. Desde entonces, el ex del Tau, entre otros, ha visto pasar por la plantilla a jugadores jóvenes a los que ha tenido que ayudar a madurar tanto dentro como fuera de la pista.

A pesar del efecto "Rubio" que está centrando la información tanto española como americana de la mejor liga del mundo, el base titular de la selección muestra esta temporada sus mejores números desde que desembarcó en la liga americana. Todos sabemos la importancia de las estadísticas, de cara a los expertos, y sus 12,6 puntos, 9 asistencias y casi 4 rebotes por partidos no pasan inadevertidos tanto dentro como fuera de nuestra frontera.

Las metas de Calderón solo las puede poner el propio jugador, aunque una meta alcanzable a medio plazo es sacarse la espinita de jugar un All Star, que estuvo muy cerca en su mejor temporada, aunque para ello debe mejor el equipo profundamente.

Borja Méndez

miércoles, 4 de enero de 2012

Callejón honra al dorsal 21

La erupción en los últimos partido de José Callejón ha vuelto a dar brillantez un dorsal "maldito" durante los últimos años en el Real Madrid. El número 21.

La temporada pasada, una de las cruces de José Mourinho, fue el propietario del dorsal del que ahora es dueño Callejón, Pedro León. El extremo murciano sólo fue capaz de brillar con el gol del empate en Liga de Campeones ante el Milan en San Siro pero fue relegado a la grada por su falta de compromiso y sus pocas ganas de entrenar.

Pero para conocer la historia de este atípico número hay que remontarse mucho más atras en el tiempo, ya que uno de los jugadores más odiados por el madridismo Luis Enrique llevó ese dorsal en su última temporada en el conjunto blanco en la 95/96.

El número pasó a ser de Zé Roberto, otra de las promesas brasileñas que no acabaron de cuajar en el Bernabeu pero que sí dieron muestras de calidad fuera del club de Chamartín. Durante año y medio, el brasileño que llegó para reforzar la plantilla del primer equipo en el mercado de invierno de la 96-97, portó el número 21.

Para seguir con la historia de desencuentros, el Madrid fichó al archiconocido Geremi, por muchos millones de pesetas, y vistió durante su primera temporada en la capital con el número de la deshonra. Otro camérunes Samuel Eto´o ,  infravalorado en el club blanco llevó este dorsal por una temporada. Nunca olvidarán los merengues su marcha ya que pasó a ser la bestia negra del club blanco.

Quien si convenció a la hinchada merengue fue Santiago Solari que se ganó el cariño del público madridista a pesar de su poca regularidad. El argentino vistió el 21 durante las 6 temporadas que se mantuvo en el club, y se ganó el puesto de duodécimo hombre, firmando actuaciones mucho mejores siempre que entraba desde el banquillo que siendo titular con el equipo.

Tras la marcha de Solari al Inter de Milán el número de la discordia pasó por la camiseta de "personajes" como el uruguayo Carlos Diogo, Ivan Helguera cuando tuvo que abandonar el número 6, o por el millonario fichaje Christoph Metzelder que acabó abandonando el club tras cumplir su contrato íntegro.

Tras este recorrido por la historia del dorsal, en casos odiados, en casos queridos solo cabe esperar que un canterano con proyección y ganas de triunfar como Callejón finalmente sea recordado por sus cosas buenas y por su colaboración más que por sus locuras y sus actitudes negativas fuera del campo.

Borja Méndez