Tras la marcha de Chris Bosh a Miami, no sólo el público canadiense vivió decepcionado por su salida. José Manuel Calderón recibió la noticia frustrado por estar atado a un equipo inferior y relegado al banquilo en detrimento de Jarret Jack. El base extremeño cayó en su rendimiento, en gran parte por la dinámica del equipo, y los Raptors se conviertieron en uno de los peores equipos de toda la liga.
El golpe definitivo llegó en forma de lesión, antes del Mundial de Estambul de 2010, pero en contrapunto fue el punto de partida para su resurrección. La decepción por no ir a la cita turca le permitió descansar y recuperarse para afrontar con garantías la exigente temporada de la NBA. Tras esa lesión ha pasado un año y medio y el extremeño vuelve a sonreir cargado de sensaciones positivas y con el objetivo del oro en los Juegos Olímpicos de Londres en el horizonte.
Calderón ejerce de líder de Toronto tanto dentro como fuera de la pista y ha conseguido que el equipo vuelva a soñar con participar en la postemporada. Los Raptors, en los que nadie confiaba al principio están en la zona media de la clasificación gracias al buen trabajo realizado por el base español y por el italiano Bargnani.
El jugador de Villanueva de la Serena es el octavo base mejor pagado de la NBA ya que se embolsa 7,5 millones de euros por temporada, gracias en buena medida a la petición de la estrella de la franquicia en ese momento Bosh que consideraba indispensable al base español. Desde entonces, el ex del Tau, entre otros, ha visto pasar por la plantilla a jugadores jóvenes a los que ha tenido que ayudar a madurar tanto dentro como fuera de la pista.
A pesar del efecto "Rubio" que está centrando la información tanto española como americana de la mejor liga del mundo, el base titular de la selección muestra esta temporada sus mejores números desde que desembarcó en la liga americana. Todos sabemos la importancia de las estadísticas, de cara a los expertos, y sus 12,6 puntos, 9 asistencias y casi 4 rebotes por partidos no pasan inadevertidos tanto dentro como fuera de nuestra frontera.
Las metas de Calderón solo las puede poner el propio jugador, aunque una meta alcanzable a medio plazo es sacarse la espinita de jugar un All Star, que estuvo muy cerca en su mejor temporada, aunque para ello debe mejor el equipo profundamente.
Borja Méndez
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