miércoles, 25 de abril de 2012

El fútbol inglés manda

Con la victoria frente al Barcelona y su pase a la final de la Liga de Campeones, el Chelsea representará al fútbol inglés el próximo 19 de mayo en el Allianz Arena de Munich. Las últimas ocho finales de Champions League habrán tenido (con esta) ocho participantes ingleses.

La Premier es considerada la mejor liga del planeta desde la última década. Sin embargo, el auge del 'tiki taka' del Barcelona y su vuelta a la rivalidad con el Real Madrid han puesto en duda este dominio. A pesar de esta época dorada de los dos grandes equipos españoles, el fútbol inglés siempre está en la élite.

Poca gente olvida la final de la máxima competición continental de la temporada 2004/2005, en la que el Liverpool consiguió remontar un 3-0 al descanso del Milán y se alzó con la orejona 21 años después. Tras esta exitosa aparición, el fútbol inglés vivió dos años agridulces con las derrotas de Arsenal y Liverpool en las siguientes finales, frente a Barcelona y Milán.

Una temporada después los británicos vivieron uno de sus mayores momentos de gloria. En Moscú, en un escenario peculiar para la disputa de una final europea, Manchester United y Chelsea se disputaron el título en un emocionante duelo que cayó en los penaltis del lado 'Red devil'.

Los diablos rojos también disputaron las finales de 2009 y 2011 pero en ambas fueron derrotados por un Barcelona mítico que siempre será recordado gracias a nombres como Messi, Guardiola o Puyol, entre otros.

En Alemania, el Chelsea buscará su primera Liga de Campeones, tras haber perdido la final británica ante el ManU. El equipo inglés con más victorias en esta competición es el Liverpool con cinco victorias, seguido por el Manchester United con 3, Nottingham Forest con 2 y Aston Villa con 1. El Chelsea buscará entrar a partir del 19 de mayo en este selecto club de la nobleza británica.

Borja Méndez

martes, 24 de abril de 2012

Se cumplen seis años del anuncio de Zidane

Muchos eran los rumores en esa época. El Real Madrid no acababa de carburar y la época de los 'galácticos' se venía abajo. Todo el mundo lo esperaba pero nadie quería oirlo. Hace seis años, el 25 de abril de 2006 Zinedine Zidane anunció en una entrevista a la televisión francesa que se retiraba de los campos de fútbol al acabar la temporada.

 Ya nadie se acuerda que al astro francés le costó aclimatarse a la capital de España durante su primera temporada en el conjunto blanco. Sin embargo, con el gol de la final de la Champions quedó "borrado" cualquier contratiempo en el rendimiento del francés.

 La temporada siguiente el Real Madrid se alzó con el título de Liga, en lo que sería la última victoria importante del denominado grupo de los 'galácticos' que fue superado por el Barcelona de Ronaldinho. A pesar de ello, la afición blanca guardará para el recuerdo la multitud de regates, controles imposibles y dominio del balón de uno de los futbolístas más técnicos y estéticos de la historia.

El 7 de mayo de 2006 Zinedine jugó su último partido en el Santiago Bernabéu, frente al Villarreal CF. El partido acabó empatado 3-3, durante el cual Zidane marcó el segundo gol para el Madrid. Todos los jugadores del Real Madrid jugaron con ZIDANE 2001/2006 escrito bajo el logo del club. El astro francés fue ovacionado por los aficionados madridistas al grito de merci.



 Lloró visiblemente en el campo, volviendo a salir a saludar a la grada tras la finalización del encuentro, siendo éste uno de los momentos más emocionantes de su carrera. En su último encuentro jugado con el Real Madrid, ante el Sevilla FC en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán, Zidane también anotó un gol, aunque se despidió de la Liga con derrota (4-3).

Al anunciar su retirada de los campos, Zidane ya expresó sus deseos de formar parte del Real Madrid y precisamente este miércoles es la cara visible de los madridistas para pedir a los aficionados que apoyen al equipo de cara al decisivo partido frente al Bayern.

Borja Méndez

lunes, 23 de abril de 2012

Un clásico descafeinado

El sábado pasado vivímos uno de los clásicos con más tensión (futbolística) y menos fútbol de los últimos tiempos. El guión del partido fue clavado al de los últimos años, donde el Barcelona tenía el dominio del balón y el Real Madrid agazapado esperaba la contra y las pérdidas de balón del rival.

El comienzo del encuentro fue guión aparte ya que hasta el minuto 17 con el gol de Khedira el Real Madrid dispuso de las mejores ocasiones ante la falta de acierto en el pase del centro del centro del campo azulgrana. Tanto Xavi como Busquets no encontraban a sus compañeros y el Madrid robaba la bola ante la pasividad culé.

Tras el gol del centrocampista alemán, el conjunto de Mourinho se cerró en banda y esperaba en su campo las contras de Di Maria y Ronaldo. El equipo de Guardiola por su parte se hizo con el control del juego y buscaba constantemente las bandas tanto de Coentrao como Arbeloa. Quizás ese fue el gran error del planteamiento de Pep, se empecinó en buscar las debilidades a los laterales madridistas, que esta vez sí completaron un gran partido.

Sin embargo, la mejor ocasión del equipo culé estuvo en las botas de Xavi Hernández que se quedó solo delante de Casillas, que rozó la bola y la desvió lo justo para que no entrara en su meta. La segunda parte fue más de los mismo, dominio culé que desaprovechaba sus oportunidades.

La pólvora de los catalanes parecía mojada hasta que el chileno Alexis, nada más salir al campo, aprovechó el primer error defensivo de los blancos para empatar el marcador. Muchos madridistas ya veían una remontada culé pero apareció quien más lo necesitaba.

Solo tres minutos después del empate del Barcelona, Ronaldo aprovechó su velocidad en un excelente pase de Ozil para batir en la salida a Victor Valdés. Con este tanto el 7 del Madrid ganaba más que una batalla. Siempre había sido Messi la arma desequilibrante de los derbis. Esta vez no.

El argentino no marcó y el conjunto azulgrana lo echó de menos. En los insntantes finales, el resultado parecía corto ya que el empuje blanco no tuvo recompensa. Tras el partido, el título de liga parece definido y Mou consiguió el objetivo para el que fue contratado acabó con la hegemonía culé en España.

Este dominio en realidad es un tanto ficticio, ya que en las últimas seis temporadas los títulos se reparte a parte iguales entre Barcelona y Real Madrid. Otro contexto diferente es Europa donde el equipo de Guardiola ha conseguido tres títulos para auparse como uno de los mejores equipos de la historia.

Borja Méndez