Bánega siempre empieza el día con el pie izquierdo. Tenemos que remontarnos al principio de la temporada pasada para recordar que el futbolista argentino se produjo un esguince de grado dos en el tobillo izquierdo con rotura del ligamento peroneo-astragalino anterior. Por ello, estuvo un mes sin jugar, para volver a recibir cura en ese mismo tobillo en diciembre de 2010 por un nuevo esguince en la articulación.
Desde ayer, un nuevo suceso tiene como desafortunado protagonista el tobillo y la pierna izquierda del jugador ché. El domingo por la mañana nos levantamos con la insólita noticia de que el internacional argentino tenía que ser operado de urgencia y se perdía lo que resta de temporada.
Poco a poco se fueron revelando más detalles y se explicó toda la historia sufrida por Banega. Nuestro protagonista salió de entrenar de la ciudad deportiva junto al preparador Jordi Sorlí y cuando se dirigía hacia su domicilio, paró para repostar en una gasolinera del Complejo Heron City y olvidó poner el freno de mano al coche (Audi R8 blanco que pesa 1.635 kilos, cuando un utilitario como un Ibiza no supera los mil).
Cuando fue a pagar, el jugador argentino comprobó que el coche se movía y, en un acto reflejo, trató de pararlo, con tan mala fortuna que éste le pasó por encima del pie, fracturándole el tobillo izquierdo. El diagnostico final del la lesión, de la que será operado hoy, fractura de tibia y peroné.
Los aficionados valencianistas siempre podrán admitir que las lesiones de sus futbolistas son las más peculiares. Desde la caída de la colonia de Cañizares, que le impidió ir a la Eurocopa, pasando por las misteriosas "recaidas" que sufre Miguel cuando tienen partido fuera de casa.
Esperemos que tras esta lesión Banéga vuelva con el pie derecho y tenga éxitos que le hagan olvidar su maltrecha pierna izquierda.
Borja Méndez