España dejó lo mejor para la final

Este nuevo título de la selección española no lo hemos celebrado como se merece una victoria de esta magnitud. La gente simplemente ha pensado que España ha hecho su trabajo revalidando un título que, casi, tenían en sus vitrinas antes de jugar.

A pesar de ello, la calidad del combinado nacional se ha impuesto por bastante al resto de selecciones. Lás únicas manchas en el camino del equipo español podrían ser los encuentros frente a Portugal y Croacia aunque por distintas razones.

Portugal fue el verdadero rival para España. Si la suerte hubiera caido del lado luso Cristiano Ronaldo tendría toda las papeletas para llevarse el Balón de Oro. Pero los penaltis y Casillas frenaron las aspiraciones portugesas y dejaron fácil el camino para la tercera Eurocopa de España.

La final contra Italia fue etiquetada de forma peligrosa por la prensa, pero no por los jugadores que estaban convencidos de sus posibilidades. España se comió a la selección azzura desde el principio hasta el final del partido.

El tempranero gol de Silva facilitó el camino español ya que un empate podría suponer demasiada ansiedad para el conjunto de Del Bosque. Sin embargo, todo venía de cara para el equipo ya que al filo del descanso el cohete Jordi Alba certificó la victoria cuando más duele.

En la segunda parte el equipo español se gustó y realizó un fútbol exquisito, para todos los gustos, dejando un buen sabor de boca a los aficionados al deporte rey. El nombramiento de Iniesta como mejor jugador del Europeo es algo simbólico. Nadie ha destacado a nivel individual, han vuelto a dar significado a la palabra equipo.

Borja Méndez

Alemania-Grecia: Algo más que fútbol

El próximo viernes a las 20.45 el cruce de cuartos de final de la Eurocopa entre Alemania y Grecia será algo más que un partido de fútbol. Tanto en el aspecto futbolístico como en el político el país germano tiene más poder que los griegos pero en una eliminatoria todo puede pasar.

Desde que en el año 2010 la Unión Europea tuvo que rescatar la economía del país heleno, Alemania ha lanzado una soga al cuello de los ciudadanos griegos que ven como las medidas de austeridad acaban con los pocos derechos que tenían hasta el momento.

Pero ha llegado su momento. En Gdansk se juega más que un partido de fútbol. Los griegos tienen ganas de revancha, ganas de acabar con la posibilidad alemana de coronarse en Europa en algo que no sea la política.

Grecia sueña con repetir la hazaña de 2004 donde logró tumbar a todos los favoritos y alzarse con el trofeo ante Portugal en tierra lusa. Por su parte, Alemania tratará de terminar con la hegemonía de España en las últimas grandes citar y coronar a una generación de excelentes jugadores comandada por el genial Ozil.

La canciller alemana Angela Merkel a buen seguro que verá el partido en clave política. Mientras que Irlanda y Portugal han aceptado de buena gana los grandes intereses que han supuesto el rescate a ambos países, los griegos, cuna de la civilización, se han rebelado y no han aceptado las duras peticiones que vienen desde Alemania.

Los alemanes tiene más que perder que los griegos que en la anterior cita europea no pudieron sumar ni un solo punto. En clave futbolística, los germanos tienen mucho más potencial que la débil Grecia que tiene que tirar de orgullo patrio para poder plantar cara al bono alemán. David frente a Goliat. El bono alemán contra un bono basura. Será algo más que fútbol.


Borja Méndez