El partido de ayer de la selección española de fútbol rozó la excelencia. El juego rápido de toque desbordó a una Venezuela que confiaba en volver a pillar a la 'roja' confiada de anteriores amistosos.
Los planes del seleccionador salieron a la perfección pues tanto Llorente en la primera parte como Soldado en la segunda confirmaron que son más que serias alternativas para desplazar al lesionado Villa y al fatigado Torres de la lista final de la cita europea.
En la primera parte, Llorente estuvo muy participativo y posibilitó el brillo de la segunda línea, que estuvo fenomenalmente representada por Iniesta, Silva y Cesc. El ex jugador del Arsenal ejerció de Xavi Hernández y consiguió que la 'vinotinto' bailará la rumba española.
Los últimos 45 minutos fue un delirio futbolísitico donde el tridente de Navas, Cazorla y, sobre todo, Soldado, finiquitaron un encuentro redondo. El jugador del Valencia demostró el por qué de tanta expectación por su vuelta, ya que realizó las mismas tareas del guaje Villa. Tuvo mucha movilidad por el terreno de juego y como buen delantero encontró su sitio en los tres goles.
Tampoco nos podemos olvidar de Muniain que parece decidido a dejar fuera de la lista a Pedrito con una frescura y una madurez poco vistas antes en Bart Simpson.
A pesar de todo esto, hoy no somos más favoritos que la semana pasada para revalidar la Eurocopa de Viena. El combinado español ha sufrido en los últimos amistosos y si bien, parece que solo Holanda está por encima del nivel español, los rivales son más fuertes.
Por todo ello, hay que disfrutrar, vivir el día a día de esta magnífica selección y confiar en que podemos volver a alzar el cetro continental en Polonia.
Borja Méndez