Hace dos años cuando empezaba a despuntar en el Racing de Santander muchos ya le nombrabamos así a Sergio Canales. Dos años después la situación del joven es bien diferente.
Canales dejó el Racing de Santander rumbo a la capital de España como la mejor jóven promesa de la temporada y esperaba tener oportunidades en el conjunto blanco. Muy lejos de la realidad. Mourinho empezó confiando en la joven perla pero poco a poco fue oscureciendo su estrella.
El cántabro se dejó llevar, desde luego no tiene el afán de superación de Callejón, y esperó a final de temporada para buscar la puerta de salida. El verano pasado, el Madrid cedió a Canales una temporada con opción a otra al Valencia con opción de compra.
Tras disputar once partidos en el conjunto ché, Canales sufrió una rotura parcial del ligamento de su rodilla derecha por lo que dijo adios a buena parte de la competición. Esta semana, el centrocampista ha terminado con su rehabilitación y ha comenzado a entrenar con el grupo.
Esta noticia tiene que alegrar a todos los aficionados ya que, aunque no vuelva con la misma confianza en un principio, Canales tiene esa magia solo disponible para los jugadores especiales. Esa visión de juego privilegiada y ese arte con la bola capaz de regatear y zafarse de sus rivales sin tener una aceleración prodigiosa.
Ante el autoatropello de Banega, los aficionados valencianistas tienen que encomendarse a Canales para salir de la mala racha que atraviesa el equipo. Además, la buena forma del jóven jugador también influirá en Soldado a la hora de marcar los goles necesarios para ir en la lista de Vicente Del Bosque para la Eurocopa.
Borja Méndez