Este jueves cumple años uno de los grandes ídolos de la afición rojiblanca. El 'arquero' Kiko Narváez cumple cuarenta años (26-4-1972). El gaditano pese a su altura y corpulencia, no era un delantero centro clásico sino más bien un segundo punta fantasioso, con gran visión y buena llegada a portería.
El atacante jerezano comenzó su carrera profesional en el Cádiz, donde se formó en sus categoría inferiores, y llegó a disputar 72 partidos con el equipo gaditano donde anotó 12 tantos en la máxima competición nacional. Pese a convertirse en el emblema del conjunto amarillo, el delantero fichó en el verano de 1993 por el Atlético de Madrid.
A Kiko le costó adaptarse al conjunto colchonero y vivió dos temporadas regulares posiblemente a causa de la inestabilidad constante en la que vivía el club (hasta nueve entrenadores distintos pasaron por el banquillo rojiblanco en dos temporadas).
La llegada de Radomir Antic al Calderón disipó cualquier posible marcha del delantero que demostró su valía con buen fútbol y siendo pieza clave del doblete, Liga y Copa, del equipo colchonero. Kiko compartía vestuario en esa época con grandes leyendas rojiblancas como Penev, Simeone, Pantic, Caminero o Molina, entre otros.
Después de ocho temporadas en el club madrileño, la última de ellas en segunda división, el delantero español viajó a Milán para fichar por el mítico equipo rossonero pero sus problemas de tobillo rechazaron su incorporación al equipo italiano. Asimismo, el Lazio también estuvo interesado en su contratación, pero el fichaje de Mendieta y alguna llamada polémica desde el Atletico desaconsejando su fichaje, hacen que la operación se frustre.
Antes de retirarse como futbolista jugó durante media temporada en el Extremadura, tras estudiar una oferta del Southampton inglés que nunca se materializó. Finalmente Kiko se retiraría tras esa etapa a la temprana edad de 30 años a consecuencia de sus dolencias en los tobillos.El delantero jerezano jugó un total de 271 partidos en Primera y marcó 60 goles. Logró los dos títulos del doblete en la temporada 1995/96 y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992.
Kiko siempre será recordado por su arte, tanto fuera como dentro del campo, y ha dejado momentos históricos para futuras generaciones. Es raro no ver a cualquier niño celebrar los tantos haciendo el 'arquero' como ya hizo este mítico jugador colchonero.
Borja Méndez
