Tenía en mente escribir este artículo antes de la victoria del Barcelona frente al Rayo. En estas líneas pensaba reflejar el descontento de Guardiola con algunos jugadores de su equipo y los acontecimientos del partido en Vallecas han corroborado con hechos mi opinión y la de mucha gente.
Hay una cosa clara en esta vida, nada es para siempre. Todo tiene su ciclo, la prehistoria, los romanos, los griegos... El Barcelona, que tan exquisito fútbol ha hecho durante estos años, sigue haciendo buen juego pero se ha quedado sin los dos grandes trofeos de la temporada.
A pesar de ello, no es para nada un fracaso el año de los culés, que aún pueden auparse con la Copa del Rey. Sin embargo, muchos apuestan por una limpia del vestuario que puede afectar a algunos pesos pesados de la plantilla.
Imágenes como la de Alves y Thiago celebrando con un tonto baile en el quinto gol al Rayo son impropias de grandes jugadores. El brasileño tiene las horas contadas en el club azulgrana, si bien su rendimiento aún es y ha sido óptimo, son muchas las críticas a su vida personal y en la ciudad condal se ve con buenos ojos una buena recaudación por su venta.
Esta puede ser la primera razón de la marcha de Pep. El técnico siempre ha presumido de tener una relación fantástica con sus jugadores y una limpia del vestuario mermaría esa amistad y puede ser un fracaso a medio plazo. Jugadores como Pique, Keita o Alves pueden marchar y Guardiola no quiere ser el ejecutor directo.
Entre los rumores en Barcelona hay uno curioso que puede sustentarse en una prueba fehaciente. Messi la gran estrella del equipo no estuvo en la rueda de prensa de despedida del técnico. Desde dentro del club se ha filtrado una discusión entre el entrenador y el crack argentino por la alineación de Tello y Thiago en el clásico frente al Madrid.
Guardiola siempre ha dado a Messi todo lo que ha querido. Por ello, el delantero siempre se ha mostrado más feliz en el Barcelona que en la selección donde tiene más rivalidad y todas sus peticiones no son llevadas a buen termino. Que se lo digan a gente como Etoo, Ibra..
El técnico se marcha con la cabeza alta, fiel a sus principios y con el trabajo bien hecho. Ha tenido errores, como todo el mundo, pero son más sus aciertos. Se va sin limpiar el vestuario pero haberlo hecho hubiera significado no ser Guardiola.
Borja Méndez
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